En un estudio publicado en la revista Nature, investigadores de la Universidad de Yale usaron como muestra un grupo, que habían estado en el laboratorio por una hora, sin ningún signo vital.
Durante el experimento, los científicos bombearon sangre a los cuerpos a través de un dispositivo similar a un bypass cardiopulmonar, llamado OrganEx.
En los ejemplares muertos, que recibieron el tratamiento los científicos notaron que sus órganos no se pusieron rígidos. Las células de sus órganos, incluyendo el corazón, el hígado, los riñones y el cerebro funcionaban de tal forma que parecía que el animal seguía con vida, pero no tenía conciencia alguna.
Los científicos mencionaron que el objetivo del estudio es encontrar la forma de mantener órganos bien conservados mucho tiempo después de la muerte del donador.
“Sin oxígeno, las células de los mamíferos mueren. Paradójicamente, si se les restaura oxígeno a las células que se les ha privado de él, también causa estrés y daño,” dijo el doctor Porte a National Geographic.