Ante la llegada de las frías estaciones del año (otoño, invierno) y para asegurar el suministro energético que está sufriendo Alemania, por los efectos de la guerra en Ucrania. Desde este viernes 16 de septiembre, el país europeo puso bajo su tutela las actividades del grupo petrolero ruso Rosneft, que cuenta con varias refinerías en su territorio, a fin de “responder a los riesgos que pesan sobre la seguridad de los suministros” de energía, indicó el Ministerio de Economía en un comunicado.
De este modo, el Estado alemán se hace con el control directo de la refinería PCK en Schwedt, una fuente clave de combustible para Berlín.
El funcionamiento de esta refinería, controlada mayoritariamente por Rosneft, se ha visto muy perturbado desde que el gobierno del canciller Olaf Scholz decidió reducir drásticamente sus importaciones de petróleo ruso, en represalia por la invasión de Ucrania.
Alemania dijo esta semana que aumentaría los préstamos a las empresas energéticas que corren el riesgo de verse arruinadas por la subida de los precios del gas después que Rusia cortara el suministro a Europa en represalia por las sanciones occidentales.
Con el cambio en la administración, la Agencia Federal de Redes también se hace cargo de las acciones de Rosneft Deutschland en las refinerías MiRo y Bayernoil, en Karlsruhe y Vohburg respectivamente.