El Tribunal Federal de Australia multo a Google con 60 millones de dólares australianos (42,7 millones de dólares, 41,3 millones de euros). Sanción acordada con la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC, siglas en inglés) por engañar a los usuarios de teléfonos móviles con el sistema Android sobre la recolección de datos personales de localización entre enero de 2017 y diciembre de 2018.
Las faltas a la ley australiana se centran en dos configuraciones: “historial de localización” y “actividad de internet y las aplicaciones”.
La ACCC argumentó que Google engañó a alrededor de 1,3 millones de usuarios al no explicar adecuadamente que estas configuraciones debían ser apagadas manualmente si los consumidores no querían que Google recolecte, mantenga y use la información sobre su localización.
Asimismo, no informó a sus usuarios que al activar la “actividad de internet y las aplicaciones”, Google iba a seguir recolectado sus datos a través de los aparatos que utilizan el sistema Android.
“Los datos de localización personal son sensibles e importantes para algunos consumidores”, dijo hoy Gina Cass-Gottlieb, presidenta de la ACCC.
Cass-Gottlieb remarcó que este fallo “envía un fuerte mensaje a las plataformas digitales y otras empresas, grandes y pequeñas, de que no deben engañar a los consumidores sobre cómo se recogen y utilizan sus datos”.